lunes, 30 de mayo de 2011

Una Señal De Esperanza

Para mí, al menos, el vuelo simboliza libertad. Cada vez que veo a un pájaro volando, me da una especie de envidia. No tienen fronteras, no hay nada que les impida ir a donde les plazca, y tener siempre las mejores vistas que uno se pueda imaginar. La idea de tocar las nubes me da escalofríos, y estar en el aire, sin paredes, sin encierro, es un gran anhelo. Volar es, también, apuntar siempre alto, aspirar a lo mejor, dar lo mejor de uno y ser feliz.

El jueves 15 tuve una discusión muy fuerte con mi hermano menor. Fue una de las peores discusiones que he tenido en mi vida. Los dos terminamos muy mal, y mi vieja llorando. Mariano se fue a lo de un amigo, y yo llamé para avisar que no iba al papi. Tenía mucha bronca encima, así que necesitaba estar solo un rato y pensar. Dejé el celular en casa, agarré las llaves, y salí a caminar.
Sin pensarlo mucho, fui a la costa. Tenía mil cosas en la cabeza, y necesitaba despejarme. Cuando llegué, fui a la escollera y me puse a charlar. Estaba enojado. Simplemente hay veces que no entiendo por qué, si damos lo mejor de nosotros, tenemos que pasar por cosas tan feas. Empecé a mirar al cielo para todos lados, buscando la Luna. Cada vez que veo la Luna, sonrío. Me fascina pensar que, así como ella es tan hermosa solo por reflejar la luz del Sol, nosotros, siendo tan solo reflejos del Amor, tambien podemos ser bellos. Sin embargo, la Luna no estaba. La noche era tan oscura que a pocos cientos de metros ya no se distinguía nada, ni el cielo ni el mar, tan solo una gran masa de sombras.
Me desesperé, y empecé a hablar cada vez con un tono mas alto, casi escupiendo las palabras que querian seguir ahogadas en mi garganta, estando irónicamente a dos metros del mar. Volví a preguntar una y otra vez ¿por qué?. Pensé que quizás las gotas que me llegaban de las olas rompiendo en la escollera querían decirme algo, pero no. El viento, bastante fuerte y frío en esa noche, a lo mejor tenía algo que decirme, pero no.
Entendía que seguramente solo era un mal día, que con algo de tiempo las cosas podían resolverse. Pero no podía sacarme la bronca así como así. Esa noche, quería una respuesta. El silencio no me dijo nada. Me enojé más todavía. Estaba muy cansado, pero no podía volver todavía a casa, me faltaba algo.
Eso era. Me faltaba ‘’algo’’ que me asegurara que las cosas iban a mejorar. Más serio que nunca intenté reclamar una señal de esperanza en voz alta. No terminé de pronunciar la última palabra cuando mis ojos vieron ‘’algo’’ entre la masa oscura. Estaba tan lejos que me costó distinguirla, pero una bandada de gaviotas, o alguna otra especia de ave blanca estaba volando entre la oscuridad. Automáticamente me largué a llorar, y después volví a casa.
El mensaje fue claro:

Solo Me Queda Volar

lunes, 23 de mayo de 2011

Por Amor

¿Quiénes decidieron tu suerte?
Los que siempre te esperaron.
¿Quiénes quisieron tu muerte?
Los que entonces te envidiaron.

Tu admirable locura
de ser siempre amable
te llevó a la tarde oscura
en que sufriste lo innombrable.

Una noche sin dormir,
de rodillas y llorando,
habrías de sufrir
antes de aquel espanto.

Tus piernas temblaban
y tus ojos brillaban,
mientras muchos se burlaban
del gran peso que llevabas.

Incontables marcas
adornaban tu cuerpo.
Incontables gotas rojas
derramaste en ese tiempo.

Con los brazos bien abiertos
hoy nos dejas boquiabiertos
y tu abrazo gigantesco
se siente cada momento.

Si tan sólo todo el mundo
comprendiera tu valor,
permaneceríamos mudos,
moriríamos de amor.

Fuiste maestro y servidor.
Eres ejemplo de vida.
Fuiste hombre y redentor.
Eres mi fuerza cada día.

A pesar de las heridas
no abandonaste tu fe.
A pesar de las caídas
siempre volviste de pie.

Ya pasaron 2 milenios
desde que te hiciste bebé.
Tu misión duró 3 años
y tu vida, 33.

jueves, 19 de mayo de 2011

Las dos mitades. Por Malen Gil


Las hojas caían de los arboles indicando que llegaba el otoño, el frío comienza a instalarse en las calles de Pretoria y el sol se iba disipando poco a poco. Remedios lloraba, como cualquier bebé en los primeros instantes de su vida. Lloraba, solo por ese motivo que lloran todos cuando nacen, sin saber que los latidos del corazón de su madre se iban apagando poco a poco. Así es como el 2 de Mayo de 1935 llegaba una vida llevándose otra en la familia Molinero.  
En ese mismo instante al otro lado del mundo en la ciudad de Noatak, ubicada en Alaska, nacía Dolores, después de nueves meses de espera estaba junto a su familia, en realidad con su mamá, la única persona que la iba a cuidar, proteger, y acompañar en su camino. Cuando la vio, la alegría estallo en cada rincón de su cuerpo. Era tan hermosa como había soñado, sus ojos abiertos y grandes de color miel, sus piel clarita, ni muy blanca, ni muy oscura, sus labios color rojo como la sangre, y su pelo dorado que apenas se le veía, era perfecta.
Dolores era la vida entera de aquella madre que estallaba de felicidad. Desde que la tuvo en sus brazos prometió no soltarla ni un segundo, y resguardarla  toda su vida. Sin saber lo que le esperaba el día de su cumpleaños número dieciocho, el 2 de Mayo de 1953.
Esas jóvenes que habían llegado al fin de su adolescencia, no tenían ni idea de que el destino las iba a cruzar, para ser más específicos, su alma era el espíritu que las unía.
Amparo venía construyendo su plan hacia más de 18 años. Tenía en claro su objetivo, pero antes que nada tenía que encontrarlas, y luego una tarea más difícil: unirlas.
Una vez que localizó a cada una, en su respectiva ciudad, empezó a elaborar el segundo paso: acercarlas.
Lo primero que decidió fue que tenía que juntarlas en Pretoria, ya estaba Remedios allí, así que solo debía de alguna forma trasladar a Dolores y por ende a su mamá, Consuelo.
Después de dos meses de altercados, Amparo logra reunir a estas dos jóvenes en Street, donde se ubicaba la facultad a la que iban ambas.
Hasta el momento su plan iba a la perfección, ella se camufló como profesora en letras, y así pudo ir investigando poco a poco a estas muchachas. Estuvo meses en esta fase. Se acercó a ellas, consiguió información  y les inspeccionó  hasta el más mínimo detalle. A la vez, continuaba elaborando su plan, nada podía salir mal.
Al fin, llega el 2 de Mayo. Las chicas no se presentaron en la facultad, acción que le alteró  a Amparo su proyecto. Sin embargo, para ese entonces todo tenia solución.
Primero debía ir en busca de Dolores y Consuelo, sabía dónde se estaban alojando y al no conocer demasiado la ciudad le iba a ser más fácil distraerlas y poder llevarlas consigo. Casi sin complicaciones ni retraso, logra raptar a estas dos mujeres y llevarlas al galpón que había preparado para esta ocasión.
Ahora le faltaba llevar a Remedios a aquel lugar. El proceso fue más costoso, debido a que no se encontraba sola ni en un lugar especifico, pero consiguió retenerla igual.
Una vez que las unió a las dos. Comenzaba la tercera parte de su plan. Ella estaba satisfecha, todo salía excelente.
Remedios y Dolores se vieron y al instante se conocieron. Iban juntas al instituto. Se observaron mutuamente una a la otra, con miles de preguntas en la cabeza,  ¿qué hacían ellas dos allí? ¿por qué ellas y para qué?, entre tantas otras.
Pero lo primero que notaron ambas es que eran completamente distintas. Nunca habían reparado en semejante "detalle". Dolores miraba a Remedios, una y otra vez, pero no encontraba un punto de comparación en donde al menos fueran similares.
Remedios tenía el pelo negro, bien negro,  su piel morena permitía que resaltasen sus ojos achinados verdes. Nada en común con aquella chica de melena dorada. Sin embargo esta se quedó asombrada por la belleza de la otra.
Mas allá de las diferencias que tenían entre ellas, se llevaban muy bien. Amparo ya había advertido este dato, era obvio que alguna clase de química entre ellas tenía que haber.
Las mantuvo encerradas a estas dos muchachas por una semana allí dentro. Alimentándolas, lo justo  y necesario pero sin darles ningún tipo de información, solo pistas que Amparo había dejado intencionalmente en el lugar, para ver si lograba obtener algún tipo de información.
Las chicas fueron comprendiendo de a poco, que algo las enlazaban y que su alma tenía mucho que ver, pero no lograron brindarle nada de información a Amparo, motivo por el cual, ésta decidió ejecutar su próximo parte del plan.
Empezaron los preparativos, y rápidamente las adolescentes se dieron cuenta que se acercaba su final. La primera era Remedios. Esta había comprendido mucho más que su "otra mitad" la razón por la que estaban ahí, entonces antes de que Amparo procediera, se mató.
Amparo con toda una sensación de odio, bronca, repugnancia, fastidio, y todos los sentimientos que se le cruzaron salió despedida de aquel galpón. Su plan había fallado. 18 años de preparación, los 365 días, para que se lo arruinaran.
Mientras tanto Dolores se quedo ahí, mirando la imagen muerta de aquella chica, que era su alma gemela, mitad, en fin para ella algo parecido como una amiga, aunque todavía no lograba entender nada.
Investigando, pensando, y remplanteándose cosas, dedujo por qué se había suicidado Remedios. Porque Amparo necesitaba de las dos para suprimir su alma. De las dos vivas. Sin una, todo estaba perdido.
Así es como hoy, 2 de Mayo de 1954, Dolores no logra sacarse las imágenes de la cabeza. Un año sin sentido para ella. No hablaba con nadie, se aislaba, apenas comía, etc. Su madre preocupada por el ritmo de vida de ésta, quiso llevarla a un psicólogo o médico, pero no lo logró. Así es como pasaron un año de sufrimiento, la hija shockeada y con un gran sentimiento de culpa por lo que había ocurrido, porque una persona con la que apenas se estaba conociendo y que parecía que iban a ser grandes amigas, se mata para salvarla a ella, y su madre porque juró cuidarlay protegerla a la hija cueste lo que cueste  y no lo logró.
Dolores, sabiendo que estaba cometiendo un error muy grande, pero aliviada porque luego no iba a poder ver las consecuencias, sabiendo que estaba defraudando a Remedios,que había dado su vida por ella, pero justificándose con la idea de que así no podía vivir más, se suicida.
Así es como quedó Consuelo, desgarrada en el piso, al lado de su hija muerta, llorándola para toda su vida.

lunes, 16 de mayo de 2011

Primera Vez...

Abro los ojos y te tengo enfrente. Estás sonriendo, que no es nada raro en vos. Tenés ese inconfundible brillo en los ojos que muestran lo profundo de tu alma, una bondad e inocencia ya difíciles de encontrar hoy en día. Mirarte así, a los ojos, es tirarse de cabeza en la más profunda laguna con el agua más pura, y al mismo tiempo dejarse llevar por el viento, volando como sólo algunos podemos...

Quiero decirte todo lo que siento, y estoy a punto de hacerlo, cuando amagás a hablar. Cierro mi boca pensando ‘’seguro tengo una terrible cara de salame ahora mismo’’, mientras vos, adivinando mis pensamientos, soltás una risa ahogada por los nervios. No, no estoy confundido. Tus nervios y los míos son los mismos. Estamos tan cargados del calor más intenso en el medio del pecho, que las palabras simplemente no quieren salir. Pero tampoco hacen falta...

Muevo los ojos rápidamente, llevándolos hacia tu boca, que se ve más dulce que nunca. Tus labios, rojos como el más cálido fuego que baila bajo el negrísimo pero estrelladísimo cielo de una noche de primavera/verano, no dejan de llamar a los míos, que de a poco, de a muy poco, se acercan a tu oído para susurrarte que te ves hermosa. Después mi mirada vuelve a tus ojos...

Ahora te ves sorprendida. Tenías una noción de lo que yo siento por vos, pero no te imaginabas que fuera tan parecido a lo que vos sentís. Si antes no podías hablar, lo que te pasa ahora no tiene nombre. Excepto que sí, tiene ese nombre de cuatro letras que tantos temen y otros tanto disfrutan día a día. Es ese juego en el que las reglas se reinventan para cada par de tontos, que por una vez en la vida se sienten acompañados en su tontera...

Te colgás de un abrazo a mi cuello y apoyás tu cabeza entre mi hombro y mi pecho. Yo te rodeo con mis brazos y me quedo una eternidad en ese momento que, si bien no dura más de 10 segundos, podría asegurar que ahora mismo todavía continúa...

El inevitable final de esta tensión llega, y suavemente nuestros labios se presentan con una caricia, al principio, para acabar fundiéndose en un puente que reafirma por siempre esas cuatro letras. Sí, esas cuatro letras que pronunciamos más tarde sin darnos cuenta:

‘’Abrazame fuerte, nunca me sueltes...’’
‘’Mirame...te quiero...’’
‘’Ojalá te hubiera conocido antes...’’
‘’Rrr...rrrr...


‘’Rrring...ring...ring’’... suena el despertador, y yo me levanto sonriendo...

Esta noche... vuelvo a besarte por primera vez...

lunes, 9 de mayo de 2011

Huele a Primavera...

Yo estoy durmiendo y me despierta el celular con una llamada. Un amigo me dice:

- Eh...nos juntamos y vamos a la playa a tomar unos mates.

- Bárbaro- le digo yo - estoy en pijama, pero me cambio, me tomo el bondi y estoy en el casino.

- Bueno, bueno. Avisá cuando estés llegando.

Me cambio; voy y tomo el colectivo.

Como todo buen bondi, tiene por lo menos 20 minutos, y no hay mucho más para hacer que pensar. Generalmente uno mira para afuera, pero cuando se presta atención a quienes están dentro del colectivo, puede ser interesante.

Unos guachitos atrás escuchando música desde un celular con mal sonido...

Una mujer embarazada que se sube y la 1º en ofrecerle el asiento es una viejita...

Un hombre con una nena dormida en sus brazos y charlando con su mujer. Charlan con un lindo brillo en los ojos; obviamente una pareja joven...

También hay una mujer con un nene y una nena. Van a bajarse y el nene le dice: ''¿Toco el timbre, mami? ¿Toco ahora?'' Y la nena, un poquito más grande, termina tocando ella (como cuando yo era chiquito, con mi hermano).

Me bajo y llamo a mi amigo:

- Che, ya estoy en el casino. ¿Qué hago? ¿Los espero acá o empiezo a patear y nos vemos allá?

- Ehh... pateá, pateá, que en 15 estamos allá - contesta él.

Empiezo a caminar y paso entre los lobos marinos, mientras hay unos pibes jugando a la pelota

y un par de turistas sacándose fotos. Sigo caminando y por allá veo a una pareja abrazada, dándose besos... Sigo caminando y hay otra pareja mas.

Una familia; los nenes juegan mientras los padres conversan sonriendo acerca de ellos...

No faltan los grupos de amigos tomando mates, jugando a las cartas, o escuchando música desde el auto. Por supuesto tampoco faltan las guitarreadas.

Y se siguen viendo parejas a los abrazos... Incluso se ve una pareja hombre-hombre abrazados y a los besos.

Llego a la playa. Mis amigos no están. Lo llamo al de siempre y le digo:

- Che, yo ya estoy acá y no los veo. ¿Donde andan?

- Pasa que nos atrasamos. En nada estamos allá.

Llegan a la media hora...

Eso me dio tiempo para pasar mirando hacia al mar y pensando, sonriendo, sintiendo el vientito en la cara. Y veo como una familia tiene un nene jugando con un labrador negro que corre,

llevando al nene con la correa. Al lado, un labrador bebé corriendo a los saltitos.

Eso fue hace 3 semanas, y con este finde, parecido en muchas cosas, pienso de nuevo como ese día:

''Huele a primavera''

jueves, 5 de mayo de 2011

Dos amores y un destino. Por Jazmín Suárez




Kiev; 24 de julio de 1994
Al enterarnos de la noticia Cecilia y yo nos abrazamos para contenernos uno a otro. Haber esperado ocho meses para recibir esa noticia había sido en vano. Acostada en la camilla del hospital y con un camisón blanco, se acariciaba la panza mientras miraba por la ventana. Los médicos nos habían dicho que Cecilia no podía tener hijos, y en caso de tenerlos, habría riesgo de que pudiera nacer con algún tipo de problema.
-Pronto vamos a superar esto -dije a Cecilia. Ella dirigió su mirada hacia mí y dijo:
-¿Cómo haremos para formar la familia que estábamos planeando? ¿Como seguirá nuestra vida ahora?- Sus ojos se empaparon, bajó la cabeza y dijo que uno de sus sueños se había echado a perder.
Hacía 5 años estábamos de novios con Cecilia y nunca la había visto tan triste como en esa semana. Al regresar a casa, lo único que hacía era llorar, no quería comer ni beber nada, ella solo lloraba. Pasaba a mayor parte del día acostada y solo salía si yo se lo pedía.
Un día llegué de trabajar y la encontré con una soga; esas que se le hacen un nudo de ahorque, no quise pensar que hacía con ello, entonces la obligué a cambiarse y a que subiese al auto de inmediato. Ella se rehusaba a hacerlo, pero estaba seguro que al llegar a ese lugar se pondría muy contenta. Al llegar a la calle Bouchez 10.750 nos detuvimos. Nuestro de lugar de parada había sido un orfanato de niños. El lugar era una casona antigua y estaba en manos de la Sra. Roller -yo conocía la casa porque era muy amigo de su difunto hijo-.
Sentado en el auto, iba a preguntarle a Cecilia qué pensaba de la decisión, pero al momento de hablar ella puso su dedo en mi boca y me interrumpió, entonces preferí no decir nada y callar. Entramos juntos a la gran casa y la Sra. Roller nos enseñó los cuartos donde se encontraban los bebés, a la derecha de la habitación estaban los niños y a la izquierda las niñas. Caminé por al lado de las cunas y al llegar a la cuarta me detuve y dije “Juno”; ese seria el nombre de la hija -que en romano significaba familia-. Cecilia y yo estábamos contentos con la adopción de la beba, porque estábamos seguros de que esa pequeña niña rubia nos llenaría de alegría. Los trámites de adopción salieron estupendos y pudimos quedarnos con ella.
Los años iban pasando y Juno se volvía cada vez más grande y hermosa. Los primeros trece años habían sido maravillosos, pero las cosas ya venían demasiado bien…
La mañana del 3 de agosto de 2005, Cecilia tuvo una convulsión, que desgraciadamente le provocó la muerte. Ese había sido un golpe demasiado duro para nosotros, a partir de ahí, estaríamos solos, por eso prometí más que nada en el mundo cuidar de Juno. Esa promesa no se hizo difícil al principio, pero con el correr de los años se me fue dificultando su cuidado.
Un día- fines de septiembre de 2010- la vi besándose con un chico a una cuadra de casa. No se porqué razón me enojé tanto con ella. Ese mismo día esperé a que llegara a casa, me senté en el sillón y cuando ella entró le dije que nunca más quería verla con ese chico, porque no era adecuado para ella.
-¡No me interesa lo que digas, tú no decides quien es adecuado para mi! -gritó Juno mientras subía las escaleras.
-Tal vez no lo sepa quién es adecuado para tí… pero algo que sí sé, es que tu nunca estarás con ese chico, no es buena influencia para tí-.
-Te odio- contestó.
Fue a su habitación y dio un portazo a la puerta, yo regresé al sillón para seguir mirando la TV. Sin darme cuenta me dormí en el sillón y al despertarme lo primero que hice fue subir a la habitación de Juno para ver si estaba. Abrí la puerta suavemente para no hacer ruido, miré hacia la cama que estaba del lado de la pared y la vi tapada con sus frazadas. Me acerqué y me senté en el borde de la cama para disculparme por lo sucedido pero sentí algo raro al hacerlo, agarré las sabanas de las punta y destapé la cama. Juno no estaba, y si no estaba allí ¿Dónde estaba?, me fijé en todos los lugares de la casa, patio, comedor, sala, baños… pero no aparecía. Me desesperé tanto que salí a buscarla y al cerrar la puerta sonó el teléfono y del contestador se escuchó:
-Lamentamos informarle Juno Schafer se ha encontrada en la ruta 25 y su cuerpo ya no esta con vida, el accidente fue provocado por otro auto que impactó contra ellos. Suponemos que ella viajaba con su novio. Por favor comuníquese con nosotros-. Entre con los ojos abierto como dos grandes platos, subí a mi habitación casi ciego, y al tomar un arma que tenía guardada, me la coloqué sobre la cien y disparé el gatillo.

Fin.

martes, 3 de mayo de 2011

"Payada del gaucho desentonado" Por Yadia... allá por sus años de secundaria!!

(Payador)
China linda, digamé
si le gustan mis tonadas
porque mi corazonada
me pide que yo le cante

(China)
Un gaucho sabe montar
a un gran moro enfurecido
pero de tonadas pido
que no me aturda el oído

(Payador)
China, no me desprecie el canto
que me sale dendre dentro
que si rompo el estrumento
no lo vuelvo a reparar

(China)
No se me enoje tan pronto
y siga con sus payadas,
mejore ansí su tonada
y tendrá otra oportunidá

(Payador)
 Dame un mate, compañera
bien dulce p' alegrar la tarde
que bien amarga es la vida
de un gaucho sin su guarida

(China)
No desespere, mi amigo
y cuénteme su alegría
que pa' pasarme la tarde
tengo las penurias mías

(Payador)
¿Cómo una china tan linda
tiene penas en el alma?
Aquí tiene usté un gaucho
que le caliente el rancho

lunes, 2 de mayo de 2011

A Short Story Of My Life...

I’ve always felt that I’ve got something important to do. Now or in the future, I’m still not sure.
Some people might say that I just feel the destiny calling, but that’s not it. Destiny is something you can’t control, and I, on the other hand, feel that I’ll have to make some really difficult choices when the time comes, and that will only lead me to more choices. What I’m trying to say is that I strongly believe that I fit very well on God’s plan, but still, He has set me free.

I’ve always thought about this. In fact, that’s what I am, a thinker. I remember that when I was just a little boy I used to think about things that no other kid at that age usually cares. Sometimes I still feel that way. Some other times I just think I’m quite stupid for thinking about what I’ll do in two, three, or five years, forgetting sometimes about the present, the ‘right now’.

I feel really bad about this most of the time. I want to change the world, and I want to change it now!... But I can’t, and that hurts. That’s why I’ve had some kind of plan since, well, actually just a few years ago, and it constantly changes. But everything that I’ve done and am doing has a motive.

I think one of the best decisions I’ve ever made was at the age of four. At that time, I didn’t have much to do, so I only cared about having a good time and trying to be as nice as I could. I remember that every Saturday Claudio and Lucía (my older brothers) went to Scout, and always came back with a smile on their faces. I wanted that, and I got it. I started investing my weekends on the Scout Movement at five, and I’ve never regreted it. It has given me a lot of hard moments and tears, but a lot more of friends, joys, laughs and other experiences of all kind. It started to make me who I am nowadays.

Another thing, person, that I’ve always had, is God. Actually, I’ve always had God, but I didn’t want to hear Him for a few years. I liked Curch a lot since I was born until I was eleven or twelve. Then, my teenage life came to shock me. But when I was fourteen, I felt Jesus once more inside me and inside my friends, and other new friends. Then, exactly the same thing that had happened with Scout happened again with Church. But, of course, that wasn’t it.

School was always strange for me. Unlike what happens to other kids, I didn’t have true friends at school. My most beloved friends simply weren’t there. That caused me a lot of uncomfortable and sad moments. But, it made me strong. It helped me become a better person, and I grew. Around thirteen I could honestly say I had a few real friends in school, and those same friends are still close. But, again, that’s not all.

The most important people I’ve had, the ones I love the most, are definetely my brothers, my sister and my mum. No one has tought me and supported me as they have. I always say (and I always will) that they’re the best I have, the best of me. On the other hand, I don’t get on well with my dad. But I don’t like talking about that. It’s enough to say that he, indirectly, has made me strong too.

So far, I’m having a hard, and at the same time great life. I wonder every day about what is that something I’ll take part someday. I think I’m going to finish college and have a good job. I’d also like to meet a good girl, marry her, and have a family, though I know I still have time for that. I also want to keep my friends and make more of them. And I believe I’m going to change a few lives, at least. But truly, only one thing is for sure: who I’ve become, who I am, still has a long road to walk...

Or maybe that’s just what I think...

Una Breve Historia De Mi Vida... (traducción)


Siempre sentí que tengo algo importante para hacer. Ahora o en el futuro, todavía no estoy seguro.
Hay quienes pueden decir que es el destino que me llama, pero no es eso. El destino es algo que no podes controlar, y yo, en cambio, siento que voy a tener que tomar decisiones muy difíciles cuando llegue el momento, y que eso sólo me va a llevar hacia mas decisiones. Lo que intento decir es que creo firmemente que encajo muy bien en el plan de Dios, pero aún así, Él me ha dejado libre.

Siempre he pensado sobre ésto. De hecho, eso es lo que soy, un pensador. Me acuerdo que cuando era un nene solía pensar en cosas que a ningún otro chico de esa edad suelen importarle. A veces todavía me siento de esa forma. Algunas otras veces sólo pienso que soy un estúpido por pensar acerca de lo que voy a hacer en dos, tres, o 5 años, llegando a olvidarme del presente, del ‘ahora mismo’.

Me siento muy mal por eso la mayoría del tiempo. Yo quiero cambiar el mundo, y quiero cambiarlo ahora!... Pero no puedo, y eso duele. Por eso es que tengo un plan desde, bueno, en realidad desde hace sólo un par de años, y cambia constantemente. Pero todo lo que he hecho y hago tiene un motivo.

Creo que una de las mejores decisiones que tomé en mi vida fue a los cuatro años. En ese entonces, no tenía mucho que hacer, así que sólo me importaba pasarla bien y ser lo mas bueno que pudiera. Me acuerdo que todos los sábados Claudio y Lucía (mis hermanos mayores) iban a Scout, y siempre volvían con una sonrisa en la cara. Yo quería eso, y lo conseguí. Empecé a invertir mis fines de semana en el Movimiento Scout a los cinco, y jamás me arrepentí. Me ha dado muchos momentos difíciles y lágrimas, pero muchísimos más amigos, alegrías, risas y otras experiencias de toda clase. Empezó a convertirme en lo que soy hoy en día.

Otra cosa, persona, que siempre he tenido, es Dios. En realidad, siempre lo tuve, pero por algunos años no quise escucharlo. Me gustaba mucho la Iglesia desde que nací hasta los once o doce. Entonces, mi adolescencia llegó para golpearme. Pero cuando tenía catorce, sentí de nuevo a Jesús dentro mío y de mis amigos, y dentro de nuevos amigos. Y así, exactamente lo que había pasado con Scout pasó también con la Iglesia. Pero, por supuesto, no era sólo eso.

La escuela siempre fue rara para mí. A diferencia de otros chicos, yo no tenía verdaderos amigos en la escuela. Mis amigos más queridos simplemente no estaban ahí. Eso me causó un montón de momentos incómodos y tristes. Pero, me hizo fuerte. Me ayudó a ser una mejor persona, y crecí. Cerca de los trece pude empezar a decir honestamente que tenía unos verdaderos amigos en la escuela, y esos mismos amigos siguen siendo amigos cercanos hoy. Pero, de nuevo, eso no era todo.

Las personas más importantes que he tenido, las personas a las que más amo, son definitivamente mis hermanos, mi hermana, y mi vieja. Nadie me ha enseñado y apoyado tanto como ellos. Siempre digo (y siempre voy a decir) que ellos son lo mejor que tengo, lo mejor de mí. Por otro lado, no me llevo bien con mi papá. Pero no me gusta hablar de eso. Alcanza con decir que él, indirectamente, también me ha hecho fuerte.

Hasta ahora, vengo teniendo una vida difícil, y al mismo tiempo, maravillosa. Todos los días me pregunto qué es ese algo en lo que voy a participar algún día. Pienso que voy a terminar la facultad y conseguir un buen trabajo. Me gustaría conocer una buena chica, casarme y formar una familia, aunque sé que para eso todavía tengo tiempo. También querría mantener a mis amigos, y conocer más amigos. Y creo que voy a cambiar, al menos, un par de vidas. Pero realmente una sóla cosa es segura: a la persona en la que me he convertido, a quien soy, le queda un largo camino para andar.

O quizás es sólo lo que pienso...